El 2024 cierra con inflación 90% menor a 2023.
“La economía argentina cierra el 2024 con una notable desaceleración inflacionaria, un hito que marca un cambio de rumbo tras años de alta volatilidad de precios. Los datos oficiales del INDEC confirman una inflación anual del 117.8%, una cifra que, si bien sigue siendo elevada, representa una significativa reducción de casi 90 puntos porcentuales en comparación con el 2023. Esta disminución supera con creces las proyecciones iniciales, reflejando el impacto de las políticas económicas implementadas por la administración de Javier Milei.
El dato de inflación de diciembre, situado en 2.7%, se ubicó ligeramente por encima del 2.4% registrado en noviembre, pero por debajo del 3% anticipado por algunos analistas. Esta leve aceleración se atribuye principalmente a factores estacionales, con aumentos puntuales en sectores como educación y esparcimiento, ambos con un incremento del 5%.
Sin embargo, es crucial destacar que el rubro de alimentos y bebidas, un componente fundamental en la canasta básica, experimentó un aumento moderado del 0.9%, actuando como un importante contrapeso a las presiones inflacionarias. Este comportamiento diferencial entre sectores subraya la complejidad del panorama inflacionario y la necesidad de un análisis matizado.
La reducción de la inflación a menos del 120% en 2024, desde el 211% del año anterior, representa un logro significativo y un claro indicio de que las políticas económicas están surtiendo efecto. Este es un mensaje potente para los mercados y para la confianza de los inversores.
La trayectoria descendente de la inflación abre un horizonte optimista para el 2025. Las proyecciones para este año calendario apuntan a un IPC cercano al 2% trimestral en los primeros meses del año, con expectativas de inflación a un año en torno al 30% y a dos años en el 20%. Estas proyecciones, aunque sujetas a la evolución del contexto económico global y local, reflejan una consolidación de la tendencia a la baja y un fortalecimiento de la credibilidad en la estrategia económica.
Un factor determinante en este proceso ha sido la implementación de una sólida ancla fiscal. Esta disciplina fiscal ha proporcionado al Banco Central las herramientas necesarias para sanear su balance y ejercer un mayor control sobre las expectativas inflacionarias a mediano y largo plazo. La estabilidad fiscal se erige, por lo tanto, como un pilar fundamental para la sostenibilidad de la reducción inflacionaria y el fortalecimiento de la economía argentina.
Si bien se puede celebrar los avances logrados, es importante ser consciente de que aún queda camino por recorrer. El compromiso con la estabilidad macroeconómica y la implementación de políticas responsables debe continuar siendo una prioridad para Argentina. La consolidación de la baja inflacionaria es esencial para sentar las bases de un crecimiento económico sostenible y equitativo.
Este progreso representa una noticia positiva para la administración de Milei, que se propuso como objetivo central corregir los desequilibrios macroeconómicos y sanear las finanzas públicas. No obstante, es importante la necesidad de continuar trabajando para consolidar estos avances y asegurar una estabilidad económica duradera.”
• Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados — Pepperstone. | https://pepperstone.com/pt